Esta antigua estación fue inaugurada en julio de 1928, su función
era la de trasladar mercancías y pasajeros procedente de Europa hacia el
interior de España o viceversa. Famosa
por su forma palaciega y alargada, lleva en el olvido más de 4 décadas.
El interior de la estación disponía de Aduanas, bancos de
cambio, hotel, comercios de restauración, oficina de correos… todo lo necesario
para convertirse en un importante nexo de comunicaciones entre la Península y
el resto del continente Europeo.
Dentro del conjunto de naves y almacenes había grandes aéreas
de carga y descarga de mercancías, así como el mantenimiento y reparación de
trenes, una autentica ciudad del ferrocarril situada en las fronteras de
España.
Durante la Segunda Guerra Mundial la estación vivió el
desplazamiento de toneladas de mercancías que iban directos al III Reich, la ubicación
de la estación hacia que fuera perfecta para ocultar estos transportes de la
vista de los aliados.
En marzo de 1970 se terminaría el tráfico de trenes
internacional, algo que iniciaría el fin de la propia estación, dejándola para
servicios nacionales hasta principios de este milenio. En la actualidad solo
una pequeña parte de la misma es usada, para trenes regionales y provinciales.
En los últimos años diferentes proyectos de restauración y uso
de la estación han hecho que tomara vida, pero todo ello se encuentra
paralizado y sin vida.
Que buen reportaje compañero... de este lugar siempre veo fotos buenisimas y las tuyas no iban a ser menos ;)
ResponderEliminarHola compi esta gran estacion que esta medio abandonada e gusto mucho entrar a explorala cuando me fui de viaje a los Pirineos con un Grupo de Montaña de mi Concejo y fue una gran experiencia que me gustaria repetir.
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